Baterías de coche eléctrico de litio y fosfato de hierro: más autonomía y menor tiempo de carga
La autonomía de los vehículos eléctricos o, lo que viene a ser lo mismo, la capacidad de la batería de coche eléctrico que lo mueve, es el principal caballo de batalla de los avances tecnológicos en este campo. Los nuevos modelos de movilidad están suponiendo una revolución verde en el campo del transporte de personas y mercancías, esencial para nuestra vida diaria. Pero esta revolución lleva tras de sí una tarea ingente en el campo de la investigación, a través de la que se optimicen los recursos para una mejor productividad.
En el mundo de los vehículos eléctricos, esto se traduce en una oleada de constantes mejoras de fiabilidad, prestaciones para el usuario y, como no, en una mayor capacidad de la batería de coche eléctrico que mueven tambíen a patinetes, bicicletas o monociclos. Aquí es donde el litio se ha convertido en el principal agente para el salto cualitativo que han dado las baterías de estos dispositivos en los últimos tiempos. Y lo que nos queda por ver.
El fabricante chino CATL ha anunciado ya la puesta en el mercado de una batería de coche eléctrico de carga rápida que permite a un coche una autonomía de 400 km con tan sólo 10 minutos enchufado. Su base de fosfato de hierro y litio ha demostrado una alta fiabilidad para conseguir el ansiado objetivo del sector: una mayor capacidad para el uso prolongado frente al menor tiempo posible de inactividad por carga.
El éxito de este prototipo ha dado pie a su fabricación industrial, con la denominación de Shenxing, tal y como publica la agencia Reuters, lo que supone una nueva ventaja competitiva para los fabricantes de vehículos eléctricos, que pueden aprovecharse de este importante avance para la puesta en marcha de nuevos modelos. O la adaptación de los actuales.
Grandes marcas, como Tesla, ya utilizan este tipo de batería de coche eléctrico, lo que ofrece un valor añadido a sus vehículos a la hora de que el comprador se decida por dar el salto al eléctrico. Sobre todo cuando hablamos de la parte más costosa de un vehículo eléctrico, por lo que este nuevo modelo de baterías de litio y fosfato de hierro LFP (siglas de Lithum Ferrum Phosphate), -que es más económico que los actuales de ion-litio-, augura una nueva era para este sector. No es de extrañar que desde China ya se esté anunciando la puesta en circulación de modelos de vehículos eléctricos por precios mucho más inferiores a los que actualmente se mueven en Europa.
Necesidad de más puntos de carga para la batería de coche eléctrico
Eso sí, estos avances siguen necesitando de un amplio despliegue de estaciones de servicio habilitadas o puntos de recarga para batería de coche eléctrico. De hecho, el sector del automóvil está mostrando su preocupación por el lento avance de este sistema que, sólo en el caso de España, va muy por detrás de las previsiones. Según el Plan Nacional de Energía del Gobierno, España debería haber terminado 2022 con un total de 45.000 puntos de recarga distribuidos por todo el país, pero la realidad dista mucho de esa cifra.
Como confirma el Barómetro de la Electromovilidad de Anfac, 2022 se cerró con alrededor de 16.600 puntos de carga habilitados y operativos, una cifra bastante inferior a la previsión y que, junto al precio del vehículo, sigue siendo una de las principales preocupaciones de quienes se plantean dar el salto a la movilidad eléctrica.