La nueva movilidad eléctrica ha llegado para quedarse. La curva creciente de venta de vehículos ‘verdes’ (un 31,5 por ciento más en 2022 en España) deja claro cómo estas nuevas soluciones están calando en la población, como preludio de la prohibición de venta de vehículos de combustión marcada por la Unión Europea en 2035.


Con la curva creciente de ventas de vehículos verdes, la opinión pública está cada día más concienciada de la necesidad de dar el salto a la movilidad eléctrica no sólo como medio para ayudar al Planeta, sino también como herramienta para optimizar su tiempo y bolsillo.

 

Y esta semilla es esencial para, por ejemplo, un momento clave en la vida de un profesional o una familia: el cambio de coche. Según un estudio de Shell Recharge Solutions, casi un 80 por ciento de los conductores de Europa tiene clara que su próxima compra será un vehículo eléctrico. Esta cifra abrumadora deja a las claras la tendencia en el mercado de la movilidad hacia nuevas fórmulas alejadas de la combustión y los fósiles.

De hecho, esta tendencia sigue creciendo año tras año. Si en 2021, un 62 por ciento de los encuestados para este informe –unos 15.000 en toda Europa– quería dar el salto a la movilidad eléctrica, este último informe de 2022 la sube hasta casi el 80 por ciento (76).

Este cambio sociológico y en el consumo de la población responde a dos líneas estratégicas esenciales: una mayor concienciación ecológica y, por otra parte, los elevados costes de los combustibles fósiles.

La sostenibilidad es un concepto arraigado cada vez más en nuestro día a día y que ha calado también en los bienes de consumo que adquiere la población. A esto no escapa el vehículo eléctrico u otras soluciones de movilidad verdes, que se han convertido en una realidad, a medida que sus capacidades tecnológicas mejoran la autonomía, de la mano de las baterías de litio.

Además, los sobrecostes que se soportan en los precios de los combustibles están haciendo que muchas familias y profesionales del transporte analicen todas las posibilidades a la hora de cambiar de vehículo. Pese a ser una inversión inicial más costosa, la compra de un coche eléctrico trae consigo una mayor rentabilidad a medio y largo plazo. 

El precio del vehículo eléctrico, elemento esencial para los conductores

De hecho, casi la mitad de los encuestados cree necesario reducir los costes para dar el salto al vehículo eléctrico, que se ven influenciados por el encarecimiento de las materias primas y la energía. Curiosamente, este informe revela también cómo decae el interés por los híbridos enchufables (del 21 al 10 por ciento) y de los no enchufables (del 4 al 2 por ciento), frente al vehículo eléctrico puro.