El efecto memoria es un fenómeno que reduce la capacidad de las baterías cuando se cargan sin que, previamente, se hayan descargado por completo. Esto provoca que, al calentarse las baterías, se creen unos cristales en su interior por una reacción química.
La principal consecuencia del efecto memoria es que las baterías se descarguen rápidamente y no ofrezcan el voltaje requerido, un efecto que se da principalmente en las baterías de níquel y níquel cadmio.
¿Tienen efecto memoria las baterías de litio?
A diferencia de las baterías de litio antiguas, las que se encuentran en el mercado en la actualidad no cuentan con un efecto memoria tan significativo. En el pasado, las baterías de litio sufrían de manera más acusada este fenómeno, con una caída de tensión prematura y una capacidad de almacenamiento mucho más reducida, lo que provocaba un menor rendimiento.
Según uno de los últimos estudios que han llevado a cabo investigadores del Instituto Paul Scherrer de Suiza y del laboratorio de investigación de Toyota, hoy en día las baterías de litio no tienen efecto memoria, a excepción de las baterías de litio ferroso. Estos expertos descubrieron en estas baterías que sí producían un pequeño cambio de voltaje durante la carga, aunque este cambio es temporal y se puede revertir con un periodo de espera entre una carga parcial y la descarga completa.
¿Cómo prevenir el efecto memoria?
Para prevenir el efecto memoria en una batería no es necesario esperar a que se descargue al 100%, basta simplemente con que algunas de las cargas que se realicen sí sea completa. En este sentido, los expertos recomiendan hacer esto dos o tres veces al mes y, en el caso de las baterías de litio, una vez al mes como máximo si se utilizan de manera frecuente.
En la actualidad, existen cargadores que permiten evitar el efecto memoria en las baterías, al llevar a cabo una ecualización en las mismas. Esto se traduce en realizar una carga más lenta lo que favorece a que la batería llegue hasta su carga máxima real sin complicaciones.
Baterías que sufren el efecto memoria
Dentro de los diferentes tipos de baterías que existen en el mercado, las de níquel-cadmio son las que más sufren el denominado efecto memoria y solo pueden recargarse con cargadores del mismo tipo. Esto también les ocurre a las baterías de níquel e hidruro metálico, con el añadido de que soportan menos ciclos de vida.
En cuanto a las baterías que no sufren el efecto memoria hay que destacar las de plomo y/o ácido, que son más potentes y pesadas y se utilizan normalmente en las baterías de los coches; y por supuesto las de ion-litio, las baterías recargables por excelencia, ligeras y de gran potencia que se utilizan en sistemas portátiles y electrónicos, así como en vehículos eléctricos.